Ruta de los Glaciares – Fiordo de Agostini, Tierra del Fuego
En el corazón de la Cordillera Darwin, donde los Andes se sumergen en el océano, se extiende el imponente Fiordo de Agostini. Este rincón remoto de la Tierra del Fuego chilena ofrece uno de los paisajes más sobrecogedores del extremo austral, donde la naturaleza se manifiesta con fuerza y majestuosidad. Navegar por este fiordo es adentrarse en una ruta escénica única: la Ruta de los Glaciares.

Glaciar Águila: un coloso entre montañas
Uno de los protagonistas del recorrido es el Glaciar Águila, que cae desde los altos ventisqueros de la cordillera hacia una ensenada protegida. Su lengua de hielo desciende entre paredes de roca viva, y el entorno sereno permite un acercamiento privilegiado en zodiac, ideal para observar la estructura del hielo y sus tonalidades celestes. Muchas veces, bandadas de cormoranes o lobos marinos acompañan el espectáculo.

Glaciar Cóndor: la fuerza en movimiento
Continuando la navegación, aparece el Glaciar Cóndor, de carácter más dinámico y vertical. Su caída abrupta hacia el mar lo convierte en uno de los glaciares más activos de la zona. Desde el fiordo se puede observar con claridad cómo grandes bloques de hielo se desprenden, generando estruendos que rompen el silencio del entorno. Es común ver cóndores sobrevolando las crestas de roca que flanquean el hielo, dándole nombre a este magnífico glaciar.

Otros glaciares y paisajes del fin del mundo
La Ruta de los Glaciares incluye también numerosos ventisqueros colgantes y glaciares secundarios sin nombre, que forman parte de este laberinto de montañas y canales moldeado por el hielo milenario. En días despejados, es posible divisar cumbres nevadas de más de 2.000 metros de altura, y disfrutar de la rica biodiversidad del Parque Nacional Alberto de Agostini, que protege estos ecosistemas prístinos. Delfines australes, elefantes marinos y una gran variedad de aves marinas suelen aparecer en el camino.